Todo
o nada, eso no existe
Efraín Rincón Marroquín
(@EfrainRincon17)
Lamentablemente, la
oposición venezolana perdió la capacidad organizativa para exigirle al régimen
que cumpla con todas sus condiciones
en un eventual proceso de negociación; ni tampoco puede darse el lujo de no
hacer nada, observando pasivamente
cómo el país se hunde, después de haber repetido los mismos errores en los
últimos años. Las posiciones radicales le han hecho mucho daño al país y en
este momento le hacen mucho más daño, porque las opciones se nos están agotando.
No es posible que la oposición siga amarrada a una estrategia que no ha dado
resultados; es necesario hacer algo que nos permita aprovechar óptimamente las
oportunidades que se presentan, por pequeñas que éstas sean. Seguir como
estamos ahora, es abonar para que el régimen de Maduro se atornille más en el
poder.
Estas reflexiones las hago en
ocasión de la elección de un nuevo Consejo Nacional Electoral (CNE), por parte
de la Asamblea Nacional elegida en el 2020, con absoluto dominio del
oficialismo. ¿Qué significa ese nuevo CNE para los venezolanos y su anhelado
sentimiento de cambio?, ¿con ese nombramiento se garantizan las condiciones
ideales para que la oposición participe en un futuro proceso electoral?
El tema es complicado y
requiere de un análisis objetivo y ajustado al escenario real que estamos
viviendo los venezolanos. Lo primero que debo plantear, es que ese nuevo CNE
abre una rendija para alumbrar la absoluta oscuridad en la que se encuentra el
país. Es sólo eso, una oportunidad que debe aprovecharse con inteligencia y
pragmatismo. Efectivamente, el CNE carece de legitimidad porque fue nombrado
por una Asamblea Nacional ilegítima, pero también es cierto que la composición
de su directiva es mucho mejor que las anteriores, garantizando cierto
equilibrio en sus decisiones. En todo caso, el trabajo que realicen los
rectores podría generar legitimidad por desempeño, devolviendo progresivamente
la confianza y la credibilidad que el árbitro electoral perdió desde hace mucho
tiempo.
Ciertamente hacen falta
mejores condiciones para competir en elecciones libres, en el entendido que, con
regímenes como el de Maduro, las elecciones no serán totalmente competitivas,
según el decálogo democrático. Pero es una opción que debe reflexionarse
seriamente. Esas condiciones que con legítima razón exigimos, no pueden
lograrse si la oposición mantiene su posición de no ir a elecciones. El juego
se gana jugando. La estrategia actual fracasó y debemos activarnos en un nuevo
plan.
Si entramos en el juego
podemos presionar para lograr que a los partidos se les devuelva su tarjeta; se
eliminen las inhabilitaciones políticas; se depure el registro electoral; el
control comunicacional del gobierno se limite; el plan República sea verdaderamente
institucional. ¿Lograremos todas esas condiciones? Seguramente no con la
rapidez que deseamos. Pero si la oposición se unifica alrededor de una
estrategia electoral articulada, pueden intensificarse las presiones para
alcanzar un escenario electoral más favorable.
Por otra parte, debemos
entender que las elecciones regionales y municipales no son el inicio de un fin
que ya está cerca. La participación electoral es un ejercicio para que la
oposición gane músculos y fuerza, y éstas servirán si efectivamente la dirigencia
opositora hace los esfuerzos requeridos para organizarse, articularse y unirse
estratégicamente, a fin de conquistar la conexión popular que perdió
vertiginosamente; además, la oposición puede aprovechar el evento electoral
para aglutinar el descontento y la frustración popular, comunicando un mensaje
alternativo al del régimen y proyectar que, más que un cúmulo de buenas
intenciones, es una efectiva opción de poder. Deben ser éstas las razones
fundamentales para participar en eventuales elecciones.
Podrían preguntarme, ¿por
qué ahora la oposición debe participar y antes no? Porque en el 2018 y en el
2020 la convocatoria electoral fue un acto unilateral, impulsado por la necesidad de legitimar a un
régimen asediado por las presiones y sanciones internacionales; y, además, la
mayoría de los venezolanos confiábamos en la estrategia del gobierno de
transición. Esa estrategia fracasó y no existen razones para seguir aferrados a
lo que ya no resulta favorable para el país. Debemos actuar en consecuencia porque
la inercia ya no es opción.
Falta ahora que los
políticos entiendan efectivamente lo que está en juego. No se trata, apreciados
lectores, de un carnaval en el que desfilen candidatos de todas partes;
aquellos que creen que les llegó la oportunidad de cobrar por los sacrificios
realizados; ni mucho menos aquellos que piensan que son poseedores de la verdad
única y, por lo tanto, deben ser ungidos como candidatos. De eso no se trata;
si lo están viendo como una elección normal, libre y competitiva, están
caminando por la vía equivocada. Entiendan de una vez por todas que, para
vencer al régimen, debemos construir una oposición unida estratégicamente,
cohesionada y articulada, que sea nuevamente referencia política de millones de
ciudadanos que clamamos un cambio, y eso no lo lograremos si nos presentamos
divididos y con agendas particulares. Ésta es una oportunidad que debe reflexionarse
responsable y pragmáticamente, con cabeza fría. Hoy como ayer, el régimen
coloca carnadas para lograr la fragmentación de la oposición, insiste en que
todos tienen derecho a participar como candidatos. Si actuamos de esa manera,
el régimen volverá a ganar la partida, con la diferencia que el nuevo CNE
empieza a ser avalado por la Unión Europea y algunos sectores de la política norteamericana,
y de esa manera alcanzará, por la miopía de la oposición, la legitimidad que
por mucho tiempo anda buscando. No perdamos nuevamente el rumbo.
Sólo le exijo a la
dirigencia opositora venezolana que no descarte a priori la posibilidad de
participar en las elecciones. Pónganse de acuerdo, por favor; deslástrense de
sus intereses y miserias personales y, de una vez por todas, den un paso firme
por la libertad de Venezuela.
Profesor Titular Emérito
de la Universidad del Zulia (Venezuela)