Tiempos de Unidad
Efraín Rincón Marroquín (@EfrainRincon17)
Son tantos y tan complejos los problemas del país, que
luce incomprensible que dentro de la alternativa democrática grupos
minoritarios se enfrasquen en disputas electorales, basadas en posiciones
personales, que le hacen daño a la unidad y al progreso que todos aspiramos.
El país se cae a pedazos; la escasez de alimentos de
primera necesidad alcanza cifras históricas; somos el país con la más alta
inflación del planeta; los salarios se vuelven sal y agua; los servicios de
salud están colapsados y sin insumos; la electricidad es un servicio cada vez
más deficiente; las universidades mantienen una loable y justa lucha para
impedir su desaparición como instituciones libres comprometidas con el
desarrollo de Venezuela; la inseguridad es un drama indetenible, el poder del
crimen y la delincuencia dejan a diario decenas de muertes inocentes; la
corrupción se traga esta falsa revolución, unos pocos se enriquecen a costa del
hambre del pueblo. Estos problemas que laceran la vida de los venezolanos, son
los mismos que motivaron a una mayoría a votar por el cambio el 14 de abril. Hoy
las razones siguen intactas para luchar con mayor fuerza por un mejor país. Los
venezolanos sellamos un compromiso con el futuro respaldando la opción de
Henrique Capriles; el país entero espera ahora que el compromiso de la MUD y de
los dirigentes democráticos se mantenga a la altura de la responsabilidad
histórica que estos tiempos difíciles exigen. Solo la Unidad podrá vencer los
escollos que se interponen entre un buen gobierno y otro que juega a la
destrucción del país. La división es sinónimo de fracaso; nadie en su sano
juicio tiene derecho a avalar posiciones personales que pongan en riesgo todo cuanto
se ha ganado a través del voto y de la aplicación de una estrategia política
coherente que interpreta las esperanzas de este pueblo.
Los que siguen destruyendo el país, esperan confiados la
división de los factores democráticos en ciudades como Maracaibo, para obtener
la victoria y cumplir así sus propósitos: terminar de destruir lo poco que
queda en pie. Estamos en circunstancias donde la competencia electoral, normal
en sistemas democráticos, no funciona como aspiramos, porque estamos frente a
una lucha sin cuartel entre dos modelos antagónicos, la unidad democrática
versus el oficialismo y la mentira. Lo prudente y conveniente es consolidar y
respetar los acuerdos de la MUD alrededor de las candidaturas seleccionadas
para las alcaldías, incluyendo a Eveling de Rosales como candidata a la reelección
para la alcaldía de Maracaibo, genuina representante de la unidad democrática
maracaibera.
En vez de tratar de crear matrices de opiniones
negativas o sentimientos divisionistas que pongan en duda el triunfo de la
Unidad, lo importante es luchar unidos contra aquellos que sabotean sin piedad
cualquier iniciativa para hacer de Maracaibo una mejor ciudad. No es el momento
de intereses particulares, por legítimos que éstos sean; es el momento del
trabajo en equipo para garantizar que Maracaibo y otros tantos municipios
zulianos sean territorio fértil para el progreso. Los esfuerzos deben dirigirse
a convencer a los 437.180 maracaiberos que votaron por Capriles el 14-A, porque
si vamos unidos y participamos con verdadera pasión democrática el 8 de
diciembre, ganaremos las elecciones con un aluvión de votos y ayudaremos a
consolidar una gestión al servicio de todos los maracaiberos. En momentos de
impaciencia política, no olvidemos que la paciencia es un árbol de raíces
amargas pero de frutos dulces, que trae recompensas que no esperábamos.
Publicado en Versión Final el 28-6-2013