Cambio con sabor a pueblo
Efraín Rincón Marroquín (@EfrainRincon17)
Confieso que soy enemigo de los personalismos con
pretensiones mesiánicas que se creen salvadores del país. En los últimos quince
años, los venezolanos hemos pagado muy caro la implantación de un modelo
obsoleto y atrasado, por parte de un líder “supremo” que se creyó nada menos
que el corazón de la patria. Ese culto a la personalidad, alimentada por la
egolatría y el autoritarismo, debemos desterrarla para enrumbarnos definitivamente
por el camino de la democracia, aquella en la que los ciudadanos seamos los
protagonistas en la construcción de una mejor sociedad.
No obstante, las naciones necesitan líderes
responsables que a través de sus testimonios y experiencias nos señalen los
valores que hacen posible la vida en libertad, justicia y progreso, dentro de
un modelo político que promueva el respeto, la pluralidad, la inclusión y la
participación efectiva en los asuntos de interés colectivo. En tal sentido, las
cosas empiezan a cambiar en el bloque democrático venezolano con la designación
por unanimidad de Jesús “Chuo” Torrealba, como Secretario Ejecutivo de la MUD.
Las recientes tempestades que afectaron la propia vigencia de la MUD, se están
apaciguando; soplan vientos de optimismo y las baterías empiezan a cargarse
para continuar la lucha que permita conquistar el cambio de rumbo que estamos
anhelando millones de compatriotas. En palabras del propio Torrealba, “la lucha
está en la calle al lado de los sectores populares”, que conforman la mayoría
nacional y son los más afectados por un régimen que desprecia su legítima
aspiración a vivir mejor. De eso se trata, de incorporar de una vez a los
verdaderos aliados del cambio, convenciéndolos que es posible una mejor
Venezuela donde todos tengamos las mismas oportunidades para progresar.
La MUD dirigida por Chuo Torrealba forma parte de una
nueva fase de la lucha democrática en Venezuela. Como lo dijimos en otra
oportunidad, Aveledo cumplió responsablemente la tarea de reunificar a los
partidos políticos de cara a varios procesos electorales, creando la Unidad
como marca y principal atributo del bloque democrático. A él todo nuestro
afecto y reconocimiento. Ahora, con Torrealba, corresponde conquistar los
sectores populares y consolidar la participación de la clase media, dentro de
una visión de unidad estratégica a nivel político y popular. Se hace inminente
iniciar el despliegue por los cuatro costados del país, llevando un mensaje de
cambio que denuncie la responsabilidad de Maduro en la destrucción del país y,
al propio tiempo, presente una propuesta viable de cambio que fortalezca la
confianza y credibilidad de la gente en un nuevo liderazgo comprometido con los
supremos intereses de los venezolanos.
Esta nueva fase de lucha, titánica por demás, demanda
el concurso y la participación de los más diversos sectores y personalidades de
la nación, porque pensar que Torrealba solo puede lograr semejante tarea, sería
regresarnos a los individualismos anacrónicos y nefastos de los que queremos
liberarnos. Torrealba debe constituirse en una voz con capacidad para coordinar
los esfuerzos y acciones, para convocar y sumar voluntades, para contribuir con
la materialización del sueño de los demócratas venezolanos, convirtiéndonos en
la nueva mayoría nacional, con opción efectiva de llegar al poder al servicio
de todos; un modelo de país donde renazca la paz, la justicia, el
entendimiento, el respeto, la inclusión y el progreso para todos, sin la odiosa
discriminación que practica este régimen fracasado.
La tarea es difícil pero no imposible. La MUD está en
un buen momento para la rectificación, el reencuentro sincero que respete las
divergencias y la acción firme e inteligente que traiga consigo un cambio con
sabor a pueblo. Nuestras palabras de apoyo y solidaridad para Chuo Torrealba.
Profesor Titular de LUZ