martes, 8 de abril de 2014


Errores que debemos corregir

Efraín Rincón Marroquín (@EfrainRincon17)

 Los seres humanos cometemos muchas veces el mismo error, sin percatarnos siquiera del daño que nos provocan. Así sucede con sociedades que repiten errores basados en mitos que obstaculizan una visión más clara de su devenir histórico. Mientras mayor sea la acumulación de errores, más difícil será la búsqueda de soluciones para salir airosos de la crisis.

Venezuela, como el resto de Latinoamérica, es una sociedad que ha vivido con errores que han generado mucho daño. Dentro de la profunda crisis que estamos enfrentando, resulta pertinente recordarlos para tratar de no seguir contaminando el objetivo de construir una nación libre, democrática, moderna y con iguales oportunidades para todos.

A través de nuestra historia nos ha acompañado la perversión del caudillismo. A cada momento invocamos la aparición de un líder mesiánico, un salvador, el libertador del pueblo. Hemos entregado cheques en blanco a innumerables líderes, en la esperanza de encontrar la redención social. Con el advenimiento de la democracia, pensamos que el resabio caudillista había sido derrotado. Cuán equivocados estamos. Ese flagelo está más vivo que nunca. Gracias a él, estamos atrapados en un callejón sin salida. Y seguimos insistiendo en lo mismo. Desechamos y ensalzamos líderes con pasmosa ligereza, olvidando que lo que nos hace falta es un verdadero estadista, un  líder responsable y visionario, con pedagogía para coadyuvar con la materialización de las extraordinarias potencialidades de un pueblo lleno de inteligencia y creatividad. Capaz de inspirarnos.

El otro error que subyace del primero, es privilegiar el personalismo antes que la lucha colectiva, lo cual denota el déficit de ciudadanía que nos caracteriza. Entendamos que las grandes luchas se libran con el esfuerzo de ciudadanos comprometidos con la defensa de intereses colectivos y con disposición de participar activamente en espacios públicos. Esta es una lucha del movimiento estudiantil, de los partidos políticos, de la sociedad civil, de gremios, productores y empresarios, de todos unidos alrededor de un propósito supremo que nos inspire y nos guie como sociedad madura que sabe exactamente hacia dónde va.

El inmediatismo es otro error que debemos vencer. Después de quince años de este modelo totalitario, pensamos que con pocos esfuerzos y en poco tiempo se puede vencer un régimen que controla absolutamente las instituciones y la riqueza del país. Al colocar fechas anunciando la caída del gobierno, se sobredimensionan los impulsos, el cortoplacismo y las fábulas, fortaleciéndose el radicalismo versus la inteligencia, la racionalidad y la prudencia que aconseja la coyuntura. De lo que se trata es de luchar con perseverancia, unidad y claridad absoluta de objetivos, animándonos a continuar en la lucha por más obstáculos que surjan en el camino.

Finalmente, hacer leña del árbol caído ha sido una tradición de la política venezolana. Esta actitud nutre la división y la desconfianza entre los aliados, brindándole argumentos al verdadero adversario. Debemos ser más magnánimos y consecuentes con quienes han luchado por un mejor país. Me pregunto si estamos conscientes quién representa hoy la dictadura, el irrespeto y el atraso, la traición al país y el entreguismo a Cuba. Es tiempo de profundas reflexiones que nos permitan superar estos errores históricos, en la seguridad que vamos a triunfar por el bien de todos los venezolanos.
                                                                                                                    Profesor Titular de LUZ

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