El verdadero golpe
Efraín Rincón Marroquín (@EfrainRincon17)
A pesar que los únicos golpistas son los del 4F, el
régimen se empeña en ver golpes por todas partes, responsabilizándolos de pretender
destruir la estabilidad política y el buen rumbo de la nación. Los venezolanos
ya perdimos la cuenta del número de magnicidios y conspiraciones develadas por
los cuerpos de inteligencia y contra inteligencia del Estado. Han sido tantas
las intentonas golpistas que a cada una le han dado una denominación diferente:
“golpe suave”, “golpe promovido por la derecha radical”, “golpe planificado por
el vicepresidente norteamericano”, “golpe de militares apátridas y aliados del
capitalismo internacional”, etc., pero todas tienen un denominador común:
buscar un culpable del caos que la incapacidad y corrupción revolucionaria han
generado en nuestro país. Ese guión ya es un caliche porque todos sabemos las verdaderas
intenciones de un régimen que no le importa mentir, manipular y engañar,
siempre y cuando esto le produzca dividendos políticos por pírricos que éstos
sean.
Pueden seguir hablando de golpes que nadie conoce o de
conspiraciones que sólo existen en el imaginario revolucionario, porque el
verdadero golpe quedó develado hace mucho tiempo atrás. Y ese golpe no es ni de
militares, ni de apátridas, ni mucho menos de la derecha o del capitalismo
internacional, es el golpe que cada día este régimen nos propina a los
venezolanos. Ese golpe no sólo tiene nombre y responsables directos, sino que
además tiene una fuerza tan destructiva que está acabando con nuestra hermosa
nación.
Es el golpe de la inflación más alta del planeta,
encaminada a una cifra récord de tres dígitos; es el golpe de la más inmensa
devaluación del bolívar en toda nuestra historia (más de 170 bs. por dólar
según el SIMADI); es el golpe de la escasez de alimentos, medicinas, insumos,
autopartes y todo lo necesario para sobrevivir; es el golpe de las colas
interminables de un pueblo que se agolpa desde la madrugada en supermercados y
abastos gubernamentales y privados, en búsqueda de alimentos escasos, racionados
y caros. Es el golpe de la inseguridad y la delincuencia desbordada que está
diezmando nuestra población, a pesar de no tener una declaratoria de guerra; es
el golpe de la muerte versus la vida; del odio y la división versus la armonía,
el respeto y la unidad nacional.
Es un golpe que está destruyendo las aspiraciones de
miles de jóvenes profesionales que se ven en la obligación de emigrar, porque
en su propio país no existen las condiciones mínimas para labrarse un mejor
futuro, basado en empleos productivos y bien remunerados, que les permita poner
a disposición de Venezuela y sus familias sus talentos y capacidades.
Ese es el único golpe que debemos vencer con la unidad
y la firmeza de todos los demócratas que anhelamos la paz, la libertad, la
justicia y el progreso de nuestra patria. La única opción que tenemos es luchar
cada día contra el golpe de un régimen cuya mejor apuesta es la destrucción total
de Venezuela.
Profesor Titular de LUZ
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