martes, 30 de septiembre de 2014


Cambio con sabor a pueblo

Efraín Rincón Marroquín (@EfrainRincon17)

Confieso que soy enemigo de los personalismos con pretensiones mesiánicas que se creen salvadores del país. En los últimos quince años, los venezolanos hemos pagado muy caro la implantación de un modelo obsoleto y atrasado, por parte de un líder “supremo” que se creyó nada menos que el corazón de la patria. Ese culto a la personalidad, alimentada por la egolatría y el autoritarismo, debemos desterrarla para enrumbarnos definitivamente por el camino de la democracia, aquella en la que los ciudadanos seamos los protagonistas en la construcción de una mejor sociedad.

No obstante, las naciones necesitan líderes responsables que a través de sus testimonios y experiencias nos señalen los valores que hacen posible la vida en libertad, justicia y progreso, dentro de un modelo político que promueva el respeto, la pluralidad, la inclusión y la participación efectiva en los asuntos de interés colectivo. En tal sentido, las cosas empiezan a cambiar en el bloque democrático venezolano con la designación por unanimidad de Jesús “Chuo” Torrealba, como Secretario Ejecutivo de la MUD. Las recientes tempestades que afectaron la propia vigencia de la MUD, se están apaciguando; soplan vientos de optimismo y las baterías empiezan a cargarse para continuar la lucha que permita conquistar el cambio de rumbo que estamos anhelando millones de compatriotas. En palabras del propio Torrealba, “la lucha está en la calle al lado de los sectores populares”, que conforman la mayoría nacional y son los más afectados por un régimen que desprecia su legítima aspiración a vivir mejor. De eso se trata, de incorporar de una vez a los verdaderos aliados del cambio, convenciéndolos que es posible una mejor Venezuela donde todos tengamos las mismas oportunidades para progresar.

La MUD dirigida por Chuo Torrealba forma parte de una nueva fase de la lucha democrática en Venezuela. Como lo dijimos en otra oportunidad, Aveledo cumplió responsablemente la tarea de reunificar a los partidos políticos de cara a varios procesos electorales, creando la Unidad como marca y principal atributo del bloque democrático. A él todo nuestro afecto y reconocimiento. Ahora, con Torrealba, corresponde conquistar los sectores populares y consolidar la participación de la clase media, dentro de una visión de unidad estratégica a nivel político y popular. Se hace inminente iniciar el despliegue por los cuatro costados del país, llevando un mensaje de cambio que denuncie la responsabilidad de Maduro en la destrucción del país y, al propio tiempo, presente una propuesta viable de cambio que fortalezca la confianza y credibilidad de la gente en un nuevo liderazgo comprometido con los supremos intereses de los venezolanos.

Esta nueva fase de lucha, titánica por demás, demanda el concurso y la participación de los más diversos sectores y personalidades de la nación, porque pensar que Torrealba solo puede lograr semejante tarea, sería regresarnos a los individualismos anacrónicos y nefastos de los que queremos liberarnos. Torrealba debe constituirse en una voz con capacidad para coordinar los esfuerzos y acciones, para convocar y sumar voluntades, para contribuir con la materialización del sueño de los demócratas venezolanos, convirtiéndonos en la nueva mayoría nacional, con opción efectiva de llegar al poder al servicio de todos; un modelo de país donde renazca la paz, la justicia, el entendimiento, el respeto, la inclusión y el progreso para todos, sin la odiosa discriminación que practica este régimen fracasado.

La tarea es difícil pero no imposible. La MUD está en un buen momento para la rectificación, el reencuentro sincero que respete las divergencias y la acción firme e inteligente que traiga consigo un cambio con sabor a pueblo. Nuestras palabras de apoyo y solidaridad para Chuo Torrealba.
Profesor Titular de LUZ

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