¿Quién secuestró la economía?
Efraín Rincón Marroquín (@EfrainRincon17)
La mentira y la manipulación del régimen no tienen
parangón. Es increíble cómo Nicolás Maduro se burla de los venezolanos; cree
que somos unos ignorantes a los que con una verborrea insoportable nos puede
engatusar. Definitivamente, mientras más habla, deja en mayor evidencia su
incapacidad para gobernar el país; calladito se ve mejor porque Venezuela le
quedó grande.
Cómo creerle a Maduro y a su combo que los culpables
de la debacle económica son la derecha, la oposición, la oligarquía o los
pelucones, cuanto toda la actividad económica del país está absolutamente
controlada por el régimen a través de una descomunal red de burocracia
parasitaria, incompetente y corrupta. Definitivamente, ¿quién es el verdadero
secuestrador de nuestra economía? Pienso que las próximas interrogantes dejan
al descubierto a los raptores. ¿Quién estableció el control de cambio que
fomentó la más grotesca corrupción y salida de capitales del país, dominada por
una minoría inmoral que acumuló fortunas que cualquier empresario próspero del
mundo envidiaría?, ¿Quién dirigió la política de confiscaciones, expropiaciones
e invasiones a empresas, comercios y fincas, eliminando miles de empleos productivos
y de calidad, arruinando así la producción en todas las áreas de la economía
nacional?
¿Quién privilegió una política de importaciones
masivas y agresivas en desmedro de la producción nacional y de las exportaciones
que posibilitan el superávit de nuestra balanza de pagos?, ¿Quién estatizó la
economía creando empresas improductivas que desfalcaron el fisco nacional para
favorecer a una mafia nacional e internacional que se llenó los bolsillos con
las divisas que le pertenecen a los venezolanos?, ¿Quién destruyó a PDVSA,
convirtiéndola en una pésima agencia de empleos para garantizarle “clientes
leales” al proceso, y en la caja chica de un gobierno voraz como ningún otro en
los últimos 60 años?, ¿Quién administró la mayor bonanza petrolera del país, de
la misma manera como se mal administra un sindicato o una cantina de cuartel,
sin rendir cuentas de ningún tipo porque las instancias contraloras y
fiscalizadoras actúan como cómplices a cambio de prebendas y beneficios
personales y familiares?;
¿Quién destruyó la autonomía del Banco Central de
Venezuela, transformándolo en un ministerio servil del gobierno, sin autoridad
ni competencia para corregir los errores y entuertos de la política económica
del régimen?, ¿Quién endeudó al país brutalmente en circunstancias cuando más
divisas ingresaban al país producto de los más altos precios del petróleo en
nuestra historia republicana?, ¿Quién inventó el Fonden, el Fondo Chino y otros
fondos más, sin consultarnos a los venezolanos, contrayendo una deuda descomunal
por la que le debemos a los chinos hasta nuestra manera de caminar?, ¿Quién
dijo que Venezuela jamás llegaría a una crisis porque la economía estaba
totalmente blindada?
¿Quién ha devaluado tanto nuestra moneda que hoy el
bolívar no vale nada, sólo da lástima y vergüenza, con un dólar que ya supera
los 540 bolívares?, ¿Quién se ha hecho de la vista gorda con el contrabando de
gasolina y alimentos, desangrando al país y empobreciendo a los venezolanos que
debemos hacer largas colas para encontrar alimentos y medicinas cada vez más
escasos y más caros?
¿Quién ha hecho todo este desastre; arruinando al país
con las mejores perspectivas de progreso y desarrollo en América Latina? Ese
culpable tiene nombre y apellido y sabemos exactamente desde cuando empezó la
destrucción nacional. El único secuestrador de nuestra economía es la
revolución chavista y sus seudolíderes que se encargaron de destruir nuestro
futuro y porvenir durante estos últimos diecisiete años. Es de hombres dignos y
valientes asumir sus errores y no culpar a otros de sus propios fracasos y
miserias, pero con este régimen cobarde y mentiroso no es posible que
reconozcan sus irresponsabilidades e incompetencias.
Por eso, quienes nos han llevado al desastre y
colapso, quienes nos engañaron y nos estafaron en nuestra buena fe, no merecen
la confianza y apoyo del pueblo venezolano. La tragedia actual sólo puede
resolverse apostando por un cambio de rumbo en Venezuela y eso sólo es posible
votando el 6 de diciembre por la esperanza, el futuro y la construcción de una
Venezuela donde todos hacemos falta; una Venezuela que todos podamos
disfrutarla en unión, en paz, en libertad y en progreso. Diles NO a los verdaderos
secuestradores de la crisis de Venezuela, diles NO al continuismo y vota con
confianza y determinación por el cambio en nuestro querido país.
Profesor Titular de LUZ
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